Os presentamos una ruta de senderismo amena y accesible para hacer con niños, vamos a visitar los dólmenes de Alicún y la acequia de Toril en la comarca de Guadix y el Marquesado, aprovechando con ello que Álvaro esta estudiando la prehistoria. Es una ruta corta y sencilla que permite contemplar los dólmenes situados junto al Balneario Alicun de las Torres y la espectacular pared mineral.
Para llegar tendremos que coger la A-92 N, sigue por A-92 hacia GR-6101. Toma la salida 11 desde N-342/A-92N dirección Villanueva de las Torres y llegamos directos al balneario, no hay pérdida. Encontrareis aparcamiento en la explanada del balneario, es gratuito y suele haber sombra bajo los pinares.
Se tarda aproximadamente una hora de trayecto y la intensidad de la ruta es baja, por los que los mas pequeños también podrán disfrutar de la experiencia. El punto de arranque se sitúa justo enfrente del balneario, podéis acceder por la carretera y tomar a unos pocos metros un carril de tierra (esta señalizado como ruta prehistorica) que os llevará a los dólmenes.
Una vez terminéis de visitarlos, debéis bajar por el mismo lugar e iros a otro carril donde pone prohibido el paso para vehículos, esta justo enfrente del balneario. Al lado pasa la acequia con una sorprendente temperatura de 35º.
Allí os toparéis con un murallón calizo formado a lo largo del tiempo por la precipitación y la sedimentación de las sales del agua.
La pared rezuma agua. Los culandrillos de pozo y los helechos crecen entre los huecos de tierra y mineral, donde se producen surgencias de yesos y sales que, con el tiempo, se endurecen y fosilizan. A los chicos les hizo mucha gracia porque decían que las rocas tenían los pelos muy largos y necesitaban ir a la peluquería.
El muro natural se ha auto construido y ha dejado pasos entre su cara norte y sur.
Huecos a modo de cuevas y túneles por los que se puede cruzar de un lado a otro de la base de la acequia, punto en el cual será el de partida y el de llegada.
Debéis continuar el sendero por el camino de tierra donde justo a unos metros veréis de nuevo otro muro natural, esta vez con un hueco mas pequeño con unas escaleras que si os aventuráis a pasar o mojareis un poquito ;)
Más adelante a la izquierda no os perdáis el mirador con vista a los olivos de la zona.
Tras el pequeño recorrido en forma de u empieza "la aventurilla" de esta ruta empezando por un charco hecho por el desbordamiento de la acequia os adentrareis, por decirlo de algún modo, por debajo del recorrido de esta, recibidos por lo que los niños denominaron "el árbol de los deseos".
Más adelante y si no lleváis bota de agua, como en nuestro caso y por causa del desbordamiento de la acequia, debemos de trepar el muro que queda a la izquierda y andar por encima de este, donde hay espacio suficiente para andar justo al lado de pinares (momento con el nos hicimos con una cuantas piñas para futuras manualidades que publicaremos mas adelante ji,ji,ji).
Debéis de continuar por un camino de tierra que desemboca a un mirador que da a parar al mismo lugar que veis en la foto de arriba e ahí donde finaliza la ruta.